¿Acaso siempre ha sido igual? ¿Es ese verdaderamente el estado natural y por tanto el destino inevitable del ser humano, como afirman algunos? Para el Dharma de Buda la respuesta es que no, de ninguna manera; categóricamente No. Todo lo que se ve en esa imagen es sufrimiento. El sufrimiento, tal como lo entiende el Dharma, no es natural sino condicionado; y todo lo que se ha condicionado se puede des-condicionar.
lunes, 7 de enero de 2008
Un catecismo consumista
La ilustración que preside esta entrada es un grabado antiguo de la nave de los locos: una vieja metáfora que describe certeramente adónde hemos llegado a estas alturas de nuestra evolución como especie dominante del tercer planeta del sistema solar. Ahí están retratadas la abulia e indiferencia de la mayoría espectadora, la violencia de unos sobre otros, la ineptitud doctoral y presuntuosa de quienes quieren gobernar la nave desde la popa (llevando al barco literalmente de culo, por lo que sugieren las ondas que va creando su timón) y el desistimiento entre cínico y egoísta de quienes, alienados por el caos, buscan la anestesia de satisfacer sin más sus apetitos sensuales. La escena entera es un despropósito. Sólo un individuo, destacado en la proa, parece volverse hacia sus compañeros de singladura para sugerir, con más voluntad que éxito: “Esto… ¿no deberíamos estar yendo para allá?”. No vemos hacia dónde retrocede la nave, pero el desconcierto reinante sugiere que no debe de ser el mejor de los rumbos posibles.
¿Acaso siempre ha sido igual? ¿Es ese verdaderamente el estado natural y por tanto el destino inevitable del ser humano, como afirman algunos? Para el Dharma de Buda la respuesta es que no, de ninguna manera; categóricamente No. Todo lo que se ve en esa imagen es sufrimiento. El sufrimiento, tal como lo entiende el Dharma, no es natural sino condicionado; y todo lo que se ha condicionado se puede des-condicionar.
¿Acaso siempre ha sido igual? ¿Es ese verdaderamente el estado natural y por tanto el destino inevitable del ser humano, como afirman algunos? Para el Dharma de Buda la respuesta es que no, de ninguna manera; categóricamente No. Todo lo que se ve en esa imagen es sufrimiento. El sufrimiento, tal como lo entiende el Dharma, no es natural sino condicionado; y todo lo que se ha condicionado se puede des-condicionar.
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