lunes, 29 de noviembre de 2010

Siete Flechas (1)



A continuación traduzco el prólogo de Seven Arrows, una colección de relatos tradicionales de los indios de las praderas de Norteamérica que refleja la cosmovisión de esos pueblos, sorprendentemente cercana al Dharma en cuestiones como la de los temperamentos humanos. Mantengo las mayúsculas de acuerdo con la intención del autor.

Es difícil resistirse a la impresión de que con la destrucción de estas gentes y sus modos de vida todos salimos perdiendo en un sentido más allá del puramente material.

Estáis a punto de iniciar una aventura del Pueblo, el Pueblo de los Indios de las Praderas. Probablemente sólo conozcáis a este Pueblo por los nombres del hombre blanco, como los Cheyenne, los Cuervo y los Sioux. Aquí aprenderéis a conocerlos como de verdad se les conocía entre el Pueblo, como los Flechas Pintadas, los Pequeña Águila Negra y los Hermanos. 
            
La historia de este Pueblo tiene en su centro y a su alrededor la historia de la Rueda de la Medicina. La Rueda de la Medicina es el mismo Modo de Vida del Pueblo. Es un Entendimiento del Universo. Es el Camino entregado a los Jefes de la Paz, nuestros Maestros, y por ellos a nosotros. La Rueda de la Medicina es todo lo del Pueblo.
            
La Rueda de la Medicina es la Llama Viva de los Hogares, y el Gran Escudo de la Verdad escrito en el Signo del Agua. Es el Corazón y la Mente. Es la Canción de la Tierra. Es el Fuego de las Estrellas y el Escudo Pintado que sólo se ve en los Ojos de los Niños. Es la Pipa Roja del Regalo del Búfalo que se fuma en las Montañas Sagradas, y es las Cuatro Flechas del Hogar del Pueblo. Es nuestra Danza del Sol.
            
El Camino de la Rueda de la Medicina comienza con el Tocarse de nuestros Hermanos y Hermanas. Luego, nos habla del Tocarse del mundo que nos rodea, los animales, árboles, hierbas y todas las demás cosas vivas. Por último, nos Enseña a Cantar la Canción del Mundo, y de esta Manera a convertirnos en un Pueblo Pleno.
            
Venid y sentaos conmigo, y fumemos la Pipa de la Paz con Entendimiento. Toquémonos. Seamos un Regalo el uno para el otro, como lo es el Búfalo. Seamos Carne para Alimentarnos el uno al otro, para que todos podamos Crecer. Sentaos aquí conmigo, cada uno de vosotros tal y como sois en vuestra propia Percepción de vosotros mismos, como Ratón, Lobo, Coyote, Comadreja, Zorro o Pájaro de la Pradera. Dejad que Vea con vuestros Ojos. Enseñémonos los unos a los otros aquí, en este Gran Hogar del Pueblo, esta Danza del Sol, sobre cada uno de los Caminos de esta Gran Rueda de la Medicina, nuestra Tierra.

lunes, 15 de noviembre de 2010

¡AbracaDharma!

Ayer hice un experimento curioso: el paseo por el bosque con los perros se convirtió en un paseo por la vacuidad, unidad, impermanencia y clara comprensión que están latentes dentro de mi mente, con fogonazos ocasionales de la fuerza de la vida.

Es decir, salí a dar una vuelta por un bosque que no existe… caminando con un cuerpo y mente que tampoco existen sino que son parte de una totalidad que aún no percibo del todo (aunque intelectualmente sé que está ahí)… con un par de perros que podrían representar los principios masculino y femenino (excepto que en este caso la hembra es mucho más activa que el macho)… dándome cuenta de los cambios ocurridos desde mi último paseo, sobre todo los nuevos árboles derribados por el viento y los destrozos que han hecho los jabalís en el sendero en busca de raíces… y, de vez en cuando, sorprendiéndome con la visión de alguna seta desconocida o de alguna acacia que destacaba entre la espesura con sus colores otoñales… sabiendo todo el tiempo que todo ello era una invención que se iba desplegando en mi mente, completa con la ilusión del tiempo. Incluso mi comprensión de la ilusión era parte de la ilusión.

Shanjiàn: Lo bueno de todo esto es que la comprensión de la ilusión no corta la ilusión y genera un bienestar que permite que la ilusión de belleza también se conozca con bienestar... La respuesta fisiológica normalmente es una sonrisa automática y un paso ligero.

Al final, todo el proceso era tan circular que la situación me pareció cómica sin remedio. Y eso me recordó a algo que le ocurrió a un antiguo amigo, que tenía un loro y varios perros en su casa. Una mañana, al levantarse, vio que la jaula estaba tirada en el suelo y que el loro había desaparecido; sólo quedaba el pico. La conclusión más evidente era que los perros se lo habían zampado; en cambio, él prefirió pensar que el loro se había devorado a sí mismo… dejando tras de sí lo único que no pudo engullir. ¿Verdadero? No sé, no sé; pero más poético sí, sin duda.

Shanjiàn: Muy bonito, pero con una sonrisa pregunto ¿cuál habría sido su conclusión si todos sus perros hubiesen desaparecido y lo único que quedara fueran sus colas?

Bueno, pues esta mente ilusoria también espera que ocurra algún día ese truco supremo de la magia budista por el que se devore a sí misma… dejando a lo mejor detrás un “pico de oro” para poder contárselo a los demás… que tampoco existen.

Shanjiàn: Ahora ves que de hecho eso es lo que ocurre. Te despiertas una mañana y la identidad ha desaparecido... solo encuentras posesiones sin dueño.

A veces parece como si el Dao tuviera un sentido del humor endiablado.


miércoles, 10 de noviembre de 2010

Más Rumi

La verdad, no tengo ni idea de cómo era Rumi ni de qué es lo que dijo en realidad. Estoy totalmente en manos de su traductor al inglés. Pero de vez en cuando leo algo y de repente me parece como si lo conociera de toda la vida y como si sólo el azar de que naciéramos con setecientos años de distancia entre nosotros ha frustrado lo que podría haber sido una amistad maravillosa.

EL NÚCLEO DE LA MASCULINIDAD

El núcleo de la masculinidad no proviene
De ser varón,
Ni de la amistad con los que consuelan.

Tu anciana abuela dice, “Quizá no deberías
Ir a la escuela. Estás un poco pálido”.

Sal corriendo cuando oigas eso.
Mejor recibir las severas bofetadas de tu padre.

Tu alma corporal quiere consuelo.
El padre severo quiere claridad espiritual.

Te regaña, pero con el tiempo
Te conduce a lo abierto.

Reza por tener un instructor duro
Que te oiga y actúe y permanezca dentro de ti.

Nos hemos dedicado a acumular solaz.
Haz que tengamos miedo de cómo éramos.