miércoles, 5 de marzo de 2008

La trampa de las palabras

Constato con cierta preocupación que este blog sigue sumando entradas y aumentando de tamaño –aunque quién sabe si en sabiduría. Percibo además que abundan en sus artículos las frases sentenciosas, destinadas en principio a reafirmar las parcelas de certeza que voy acotando por el camino, pero a riesgo de trasladar a otros la impresión de que soy alguien que sabe. Y compruebo, no sin cierto escalofrío, que hay hasta quienes se han dirigido a mí con preguntas sinceras y de buena ley, como si yo fuera, en efecto, alguien que sabe. Ante el cariz que están tomando los acontecimientos, no me queda más remedio que acudir en mi descargo a un amigo reciente, de existencia incierta y autoría disputada pero agudo ingenio: Zhuangzi, alias Chuang Tzu.

Una trampa para peces sirve para pescar peces; una vez has pescado los peces, te puedes olvidar de la trampa. Un cepo para conejos sirve para cazar conejos; una vez has atrapado al conejo, te puedes olvidar del cepo. Las palabras sirven para captar ideas; una vez has captado la idea, te puedes olvidar de las palabras. ¿Dónde puedo encontrar a alguien que sepa olvidar las palabras para intercambiar unas palabras con él?

A veces ni yo mismo entiendo bien lo que estoy diciendo; a veces la pluma se me adelanta y se pega un paseo por jardines que mis pies aún no han pisado; otras, los oídos me imponen una música biensonante que no encaja con mi experiencia real. Y, por encima de todo eso, está la imposibilidad de comunicar verbalmente las vivencias que no se han compartido. Como dice el clásico romance del Conde Arnaldos,

¡Quién oviera tal ventura
sobre las aguas del mar
como la hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!

Con un falcón en la mano
la caza iba a cazar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.

Las velas traía de seda,
la jarcia en un cendal,
marinero que la manda
viene diciendo un cantar

que la mar facía en calma,
los vientos hace amainar,
los peces que andan nel hondo,
nel mastel los faz posar.

Allí fabló el conde Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
”Por Dios os ruego, marinero,
dígasme ora este cantar”.

Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
”Yo no digo esta canción
sino a quien conmigo va”.

No es cicatería ni desdén gratuito; es que hay cosas que no se pueden entender si uno no se sube al mismo barco (y aun así, tratándose de palabras, hay muchas posibilidades de malinterpretarlas).

Con esto en mente, entendiendo que lo que escribo aquí no son sino opiniones en trámite de verificación, todos los comentarios son bienvenidos.

No sé si podré calmar mares y amainar vientos, pero prometo que intentaré no llenarle a nadie la cabeza de pájaros ni el mástil de peces abisales.

1 comentario:

Unknown dijo...

Jajaja, te entiendo bien. Yo he cerrado ya no sé cuantos blogs, cuando me doy cuenta, tiempo después, de todas las tonterías que he dicho. Al final he llegado a la conclusión de que es mejor no tratar de jugar a ser maestro. El juego de palabras podemos hacerlo todos... desarrollar la paciencia y el análisis minucioso para hacerlo más o menos correctamente, puede que también... pero entender profundamente lo que estás diciendo, es otra historia.

Pero creo que procediendo de ti, los fallos no pueden ser tan graves, pues tienes buena cultura, llevas mucho en esto, tienes un maestro auténtico, practicas lo que hablas, y desde luego no eres ni pizca de explosivo ni orgulloso...

Me he dado cuenta (como estoy suscrito por RSS a tu blog), que hay veces que modificas un artículo hasta varias veces en un día. Comprendo lo que te pasa, causa de la duda y de la ignorancia a veces. Quizá sea esto lo que te haga dudar de la idoneidad de tus palabras...
Pero como dices, ya llegará la confirmación (sin prisa).

Pero por favor no pares el blog. Ya sé que es difícil explicar lo que experimentas, pero los que estamos en esto lo entendemos, y nos sirve para decirnos a nosotros mismos eso de "ahá, es esto lo que siento".

Además, para los que empiezan en el budismo, este blog puede ser una forma de aclarar conceptos y posiciones muy buena, sobre todo para aquellos con buena cultura o inteligentes. Ten en cuenta casi todo lo que hay en internet, tan mal aproximado a la verdad, tan superficial, y tan peligroso incluso. Si lo haces con esta idea (de ayudar a los demás e incluso a ti mismo pero sin egoísmo), desde luego que haces lo correcto.